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martes, 25 de enero de 2022

La historia oculta de una Bicicleta BMX | Redline RL-20


Buen día hermanos bikers, en esta ocasión les voy a contar algo triste y anecdótico a la vez.

Entre los innumerables grupos de ciclismo a los que pertenezco, me llegó la publicación de esta bicicleta BMX antigua, como de principios de los 80s y me recordó una escena de mi vida, cuando laboraba en conocida tienda de Bicicletas, hace ya como 15 años.

Mi trabajo era hacer y enviar anuncios de prensa a diferentes periódicos y revistas, diseñar todo la papelería, letreros y lonas referente a la tienda y mandarlo a imprenta así como a sucursales, entre otras cosas de diseño gráfico.

A veces para matar el aburrimiento en mis ratos francos (Por lo general hacía rápido mi trabajo o a veces eran repeticiones con leves cambios) me daba una vuelta por el taller de bicicletas, me gustaba curiosear entre las bicicletas que llevaban los clientes a reparar e incluso a restaurar.

Llegue a ver bicicletas de los años 50s, todo tipo de Choppers y Vagabundos, Recumbentes, de dos y tres plazas, triciclos raros, monociclos y en una ocasión me tocó ver una bicicleta como de dos metros de alto (Creo era de algún circo!). Bueno, hasta el carrito de Google Maps con sus cámaras periféricas llegó a caer allí.

Entre esas maravillas, una vez vi una bicicleta BMX importada de Estados Unidos, era una Redline RL-20 (1984) de color blanco y cuadro sencillo, la bicicleta se veía intacta, vieja y con rasgos del tiempo pero nunca usada, lo cual llamó más mi atención, pues para el tiempo que tenía era imposible ver una asi con pintura, calcomanías y componentes originales, llamada "Survivor" por los coleccionistas y restauradores.

Le pregunte al mecánico si no sabía algo referente al dueño y si no la vendían, pues me interesó de sobremanera, me dijo que cuando vengan por ella me avisaba, la oficina de diseño y publicidad estaba a unos pasos del taller.

Pasaron unos días y el mecánico (Se llama Ángel) me avisó que el dueño de la bici ya estaba allí, así que fui a su encuentro, era un señor joven como de 45 años aprox. blanco y entrecano, con ropas de calidad; Con varo, pues.

Me presenté y le pregunté si no vendía la bicicleta y me dijo lo siguiente: "Esta bicicleta era el regalo de cumpleaños de mi hijo, era una bicicleta que deseaba mucho y se la traje de Estados Unidos, la bicicleta llegó unas semanas antes y la guardé en el garaje para dársela el día esperado. Lamentablemente falleció por una enfermedad en el corazón de la cual no teníamos conocimiento. Hace unos días, cuando hacíamos limpieza me la encontré en su caja, tal como la había guardado en el garaje hace ya como 8 años, le pregunté a mi esposa que podíamos hacer con ella y decidimos restaurarla para regalársela a un sobrino nuestro, de 12 años de edad, más o menos de la misma edad que tenía mi hijo"

Por su puesto que ya no le insistí en comprársela, incluso ya ni hablamos de eso, él ya tenía un destino para la bicicleta. Nos despedimos y se llevó su bicicleta la cual haría feliz por fin a un niño.

La anécdota aquí es fácil de intuir y tal vez hasta me la guardé en la bolsa para sacarla en el momento adecuado, pero pienso que si compras un regalo para alguien, no esperes una fecha especial para entregárselo, hazlo feliz tan pronto como puedas pues no sabemos que puede pasar al siguiente minuto. Igualmente si compras una camisa (Por decir un ejemplo) para un evento especial, no esperes ese momento especial... Ese momento especial es ahora, el momento especial es la vida... Ponte esa pinxe camisa!

Por: Lalo Paredes | Foto: Mr. Nes

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