En el mundo del ciclismo, pocas figuras son tan reverenciadas y, a la vez, tan complejas como Scot Breithaupt. A menudo se le conoce como el 'padrino del BMX', un título que se ganó por derecho propio al estar presente en el nacimiento de este deporte y mantener siempre un profundo amor por él. Sin embargo, la vida de este pionero, emprendedor y corredor estuvo marcada no solo por sus logros, sino también por una dura batalla contra sus propios demonios personales. La historia de Scot es un recordatorio de cómo una sola persona, incluso a una edad sorprendentemente temprana, puede dejar una huella indeleble en el mundo, aunque su camino esté lleno de altibajos y termine de manera trágica.
Pocas personas pueden afirmar haber cambiado el mundo, ni siquiera de una manera modesta. Scot Breithaupt, sin embargo, dejó su marca, y lo hizo a una edad en la que ni siquiera se le permitiría entrar a ciertas películas sin compañía de un adulto. Breithaupt es ampliamente reconocido como el creador del deporte del BMX. Fue un atleta consumado y un emprendedor renacentista, un verdadero visionario. Su impacto no se limitó solo al BMX; también tuvo una influencia real en lo que más tarde se convertiría en el mountain bike, un deporte que heredaría mucho del espíritu y los talentos surgidos del BMX. Tristemente, Breithaupt fue también un alma atormentada, una realidad que el mundo recordó recientemente cuando las noticias reportaron que las autoridades en Indio, California, habían descubierto sus restos en un campamento de personas sin hogar en las afueras de esa dura y desértica ciudad.
Un Nuevo Estilo de Ciclismo
La historia del BMX, tal como lo conocemos, comienza a principios de la década de 1970, en un terreno baldío en la esquina de la 7th Street y Bellflower Boulevard en Long Beach, California. Esta parcela de tierra compacta y maleza seca siempre había atraído a algunas personas sin hogar; los lugareños la llamaban despectivamente "Bum Field" (El Campo de los Vagos). Sin embargo, este mismo lugar también atraía a Scot Breithaupt. Él solía correr su moto de motocross alrededor de los peraltes y baches naturales de Bum Field. A su vez, Breithaupt se convertía en un imán para grupos de niños pequeños que, montados en sus bicicletas Schwinn Stingray, intentaban imitar sus saltos y caballitos de motocross. Ver a estos niños, con sus bicicletas diseñadas para repartir periódicos o ir a la escuela, emulando las proezas del motocross, le dio a Breithaupt una idea brillante y completamente novedosa.
El Nacimiento de las Carreras de BMX
Fue en noviembre de 1970 cuando Scot Breithaupt dio el paso definitivo. Sacó algunos trofeos de motocross de su armario, separó a los niños en diferentes categorías según su edad o habilidad y los enfrentó unos contra otros en versiones en miniatura de las carreras de motocross. Era una noción revolucionaria. Estas bicicletas no estaban diseñadas para correr fuera de la carretera; su propósito era mucho más mundano. Sin embargo, la idea prendió. Pronto, cientos de niños acudían a Bum Field cada sábado para competir. Scot Breithaupt, con tan solo 13 años, había creado el BMX (o "Bicycle Motocross") de competición. Siempre con un ojo para los negocios, el joven promotor de carreras consiguió un acuerdo para alquilar Bum Field por solo un dólar al año. En un guiño a su lugar de origen, Breithaupt llamó a su organización B.U.M.S., acrónimo de Bicycle United Motocross Society. Este fue el inicio formal de un deporte que crecería exponencialmente.
La Influencia de B.U.M.S. y el Legado en Otros Deportes
La escena del BMX en el sur de California que Breithaupt ayudó a poner en marcha no solo dio vida a un nuevo deporte, sino que también alimentaría a muchos de los mejores corredores de mountain bike de la historia. Nombres como Tinker Juarez, Bryan Lopes, Leigh Donovan, Kathy Sessler, Dave Cullinan, Toby Henderson, Pistol Pete Loncarevich, Tara Llanes, y docenas más, comenzaron su carrera compitiendo en bicicletas de ruedas de 20 pulgadas. Estos atletas formados en las pistas de BMX dominarían las competiciones de mountain bike durante décadas. Aunque Scot Breithaupt no sea el primer nombre que uno conectaría directamente con el mountain bike, su impacto en este deporte es innegable, a través de la cantera de talento que su creación ayudó a formar. La película "Joe Kid on a Stingray", que es básicamente el equivalente para el mundo del BMX de "Dogtown and Z Boys" para el skateboarding, destaca la importancia de esta era y, como era de esperar, Breithaupt juega un papel fundamental en ella, mostrando su figura como un pionero central en esta cultura emergente.
Una Carrera Polifacética y una Lucha Constante
El propio Breithaupt continuó su camino, convirtiéndose en una estrella de las carreras de BMX. Tras esa fase de su carrera, incursionó en múltiples roles: promotor de carreras, diseñador de pistas, columnista de revistas, fundador de revistas y propietario de una empresa de bicicletas, la reconocida SE Racing. Su energía y visión parecían ilimitadas, siempre buscando expandir y profesionalizar el deporte que amaba. Sin embargo, paralelamente a sus éxitos profesionales, Breithaupt libró una dura y prolongada batalla contra la adicción al crack. Pasó tiempo en el sistema penal y perdió el control de su querida empresa, SE Racing. Entraba en periodos de sobriedad, solo para recaer una y otra vez. Como su hermano Jeffrey Breithaupt comentó recientemente al periódico Los Angeles Times: "Él [Scot] era un tipo extraordinario. Las drogas eran su tormento". Esta dualidad entre el genio creativo y la lucha personal marcó profundamente su vida.
El Trágico Cierre de un Círculo
Aunque la oficina forense del condado de Riverside aún no ha declarado oficialmente la causa de su muerte, el consumo de drogas parece ser una posibilidad probable, dada su conocida historia. Lo que sí es seguro es que, el cuatro de julio, las cosas cerraron un círculo trágico de la manera más inesperada. Scot Breithaupt, a la edad de 57 años, fue encontrado muerto en un terreno baldío, un lugar tristemente similar a aquel donde, siendo apenas un adolescente, había sido pionero de una nueva forma de montar en bicicleta y había dado origen a un deporte que capturaría la imaginación de millones en todo el mundo. Su fallecimiento en tales circunstancias subraya la dura realidad de la adicción y cómo puede afectar incluso a las figuras más influyentes y exitosas. A pesar de su final, el legado de Scot Breithaupt como el 'padre del BMX' perdura, recordándonos el impacto de su creatividad y espíritu emprendedor en la historia del ciclismo.
Agradecemos la información de Interbike




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